martes, 4 de febrero de 2014

EL PARTIDO ANDALUCISTA DE CUEVAS de ALMANZORA EXPRESA EN EL PLENO SUS DUDAS SOBRE LA VIAVILIDAD DE LA DIPUTACION DE ALMERIA


EL PARTIDO ANDALUCISTA DE CUEVAS de ALMANZORA EXPRESA EN EL PLENO SUS DUDAS SOBRE LA VIAVILIDAD DE LA DIPUTACION DE ALMERIA

 Su inutilidad funcional ha derivado en caldo de cultivo para la corrupción política y el derroche, ha dicho el Concejal Andalucista de Cuevas del Almanzora.

Indalecio Modesto, portavoz andalucista en el Ayuntamiento de Cuevas de Almanzora.
A pesar de que el alcalde presidente el popular Jesús Caicedo cortó en varias ocasionas la intervención del Concejal andalucista Indalecio Modesto, este dijo lo que pensaba de las Diputaciones en  general desde el punto de vista andalucista.

 .- Vamos a votar a favor con una aclaración: “Aunque no creemos en las Diputaciones como armas para la gobernabilidad de los municipios, si creemos que es Positivo  estar en la Red Provincial en materia de registro de documentos en este caso el (060 Extendido)”. Vamos a argumentar nuestro voto para que se entienda nuestra forma de pensar con este punto.

Contra corriente el andalucismo ha defendido sin desmayo la supresión de las provincias como entidad local, y de sus órganos de gobierno, las diputaciones, porque una idea básica del nacionalismo es que las relaciones entre territorio, sociedad y poder no pueden ser aleatorias sino que, como requisito de la democracia, deben responder a la realidad cultural que le imprime su identificación y al mismo tiempo su diferenciación con otros espacios sociales. La provincia, por el contrario, es una demarcación territorial producida desde el poder frente a la sociedad.

Tal vez la mayor anomalía en el Estado autonómico haya sido precisamente la conservación de la planta provincial superpuesta a municipios, comarcas y comunidades autónomas. El Estado Central, aprovechando la acusada resistencia de las organizaciones territoriales a desaparecer, las ha mantenido como una cuña frente a las Autonomías.

La arbitraria configuración del espacio provincial ha repercutido además en la falta de funcionalidad de las diputaciones para la prestación de servicios públicos ya que su ámbito físico respondía a la distribución de los servicios periféricos estatales que llevaban al territorio un poder externo. Esta falta de definición funcional se ha intentado justificar en torno a la prestación de servicios a los municipios, o a una parte de éstos, sin que tal asistencia esté justificada en términos de racionalidad administrativa.

 Su inutilidad funcional ha derivado en caldo de cultivo para la corrupción política y el derroche. Las diputaciones cobijan a miles de liberados de los aparatos de los partidos hasta el punto de convertirse en un escándalo público. Los diputados y presidentes adornan la inutilidad de su función con el derroche de los caudales públicos en sueldos, coches oficiales de lujo, gastos de protocolo y una muchedumbre de asesores sin finalidad conocida ni ejercida. Basten algunos ejemplos: el presidente de la diputación de Barcelona cobra  el doble que el presidente del gobierno, y la mayoría de los presidentes cobran un sueldo por encima del los 100.000 anuales. Es mas 5 de los 10 políticos mejor pagados de España son presidente de alguna diputación.

 Estas administraciones, que tienen un presupuesto anual millonario, gastan el 50% en personal y funcionamiento (capitulo 1 y 2).

 Aunque en Andalucía los andalucistas hemos defendido con paciencia su supresión por motivos de coherencia ideológica, la crisis las ha puesto en el punto de mira de la opinión publica, no por sus causas sino por su inversión, congelar las pensiones, bajar el sueldo de los funcionarios o dificultar los pagos a los dependientes y seguir con este espectáculo lamentable de gastos inútil e incluso contraproducente.

 Los andalucistas exigimos como primera medida (tanto de austeridad pública como de potenciación del Estado autonómico), para enfrentarnos de verdad a la crisis, la supresión inmediata de las Diputaciones mediante la aprobación de una ley orgánica que apodere a las Comunidades Autónomas para reformar su planta local, respetando, por supuesto, los derechos adquiridos de todos los empleados públicos.

A pesar de nuestro voto ha dicho Indalecio Modesto.-queríamos que se supiera que pensamos de las Diputaciones para no confundir a los que quieran interpretar nuestro voto.

Por este motivo, el alcalde-presidente hizo varias  llamadas de atención para ceñirse más al debate, a lo que el andalucista dijo. –son ustedes los que están vinculando cada vez más al Ayuntamiento con Diputación.

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